sábado, 6 de agosto de 2011

Discurso de la Presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile


Amigos de Tribuna Boliviana:


Claro que Chile tiene gente y cosas hermosas, pero cuánto nos cuesta a los bolivianos poder descubrir esas piedras preciosas, cuán difícil nos ha hecho este país nuestra vida!

Pero les invito a leer esta proclama de auto respeto, de capacidad de autovaloración de los estudiantes chilenos, representados magníficamente por su Presidenta, una joven mujer, capaz de impartirnos muchas lecciones de coraje y dignidad.

Ojala nuestros estudiantes, además de cultivar nuestras expresiones folklóricas y culturales con tanta asiduidad, abran los ojos y la mente a los sentidos profundos de la lucha que ahora empieza en Chile, pero aún debe arribar a todos los rincones de nuestra América.

Gracias a Camila Antonia Amaranta, tal su nombre completo, por su ejemplo y por mostrarnos que Chile no sólo es el país de la gente que nos arrebató la salida al mar y otros recursos, sino que tiene gente bella y luchadora como vos y toda tu generación. ¡Felicidades hermanos chilenos, con este Chile sí que queremos todo!

Carlos Rodrigo Zapata C.

Ciudadano Boliviano



21 de julio de 2011

Discurso de la Presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile

Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling *

Mi nombre es Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling y quisiera, antes que todo, poder expresarles a los presentes el orgullo y el desafío que significa para mí encabezar la Federación de Estudiantes más importante de Chile. Es una gran responsabilidad que significa hacerse cargo de 104 años de historia, 104 años de aventuras y desventuras, 104 años de lucha en el seno del movimiento estudiantil. Y es un orgullo y un gran desafío porque vengo de aquellos lugares que no reciben condecoraciones, de los cuales poco y nada se dice, porque poco y nada se sabe, lugares que a veces incluso se les llega a olvidar.

Mis estudios secundarios los cursé en un pequeño colegio cuyo nombre significa tierra florida; extraña paradoja, ya que en sus patios se respiraba más tierra que flores y en sus salas de madera se acumula el polvo de generaciones de alumnos no emblemáticos que nunca llegarán a ocupar los puestos de poder más importantes de nuestro país.

Mi carrera, una de las más pequeñas de esta Universidad, casi no se encuentra en el consciente colectivo, se pierde entre los pasillos de la FAU y se confunde con otras disciplinas. La Geografía en esta Universidad casi no tiene tiempo ni espacio, otra paradoja.

Sin embargo, lo más terrible es darse cuenta que de pronto esto no pasa solo en Geografía, sino que también en Administración Pública, que es carrera de ocho a seis, porque después de las seis de la tarde no hay Universidad para ellos; una carrera que debiese ser fundamental para fortalecer el sistema público. Y también ocurre en Educación. Y de pronto nos damos cuenta que no son solo unas pocas carreras, sino que es toda una rama del saber, es toda un área del conocimiento la que ha caído en la pobreza universitaria como consecuencia de las lógicas del mercado implementadas ya a lo largo de estos últimos treinta años.