Yoani Sánchez representará a la SIP, cártel de los medios golpistas de América: ¿un golpe a su imagen de víctima?
por Cubainformación
Lunes,
19 de Noviembre de 2012
Representar
a un cartel patronal que ha sostenido dictaduras, legitimado golpes
de estado y silenciado el asesinato de periodistas pudiera ser la
prueba definitiva de que, bajo la apariencia de víctima de Yoani
Sánchez, se esconden poderosos intereses.
José
Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- La Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP), la patronal que reúne a los
propietarios de al menos 1.300 periódicos, revistas y agencias de
noticias de América, ha nombrado como su vicepresidenta regional
para Cuba a la bloguera Yoani Sánchez (1).
Puede
parecer extraño que quien es presentada en los medios de todo el
mundo como una simple bloguera independiente, víctima indefensa de
una supuesta persecución por parte del Gobierno cubano (2),
represente desde ahora al cártel de los grandes magnates de la
prensa del continente.
Pero
–más allá de las apariencias- su nombramiento responde a una
lógica política evidente. Veamos por qué.
La
Sociedad Interamericana de Prensa, con sede en Miami, es la
organización que defiende los intereses empresariales de los medios
privados de América (3). Sus adversarios directos y blanco de sus
ataques, en la actualidad, son los gobiernos progresistas y de
izquierda de América Latina, que impulsan la creación de medios de
comunicación públicos y comunitarios, frente al sector privado
representado –precisamente- por la SIP (4). Es el caso de los
ejecutivos de Argentina, Venezuela, Bolivia o Ecuador (5). El de Cuba
es, indudablemente, su enemigo de mayor calado, ya que la
Constitución de la Isla prohíbe la existencia misma de empresas
capitalistas de comunicación social (6).
La
SIP es un cartel patronal pero, a la vez, es el más potente órgano
de propaganda capitalista de todo el continente. Vinculada a la CIA
desde su fundación en 1943, durante las décadas siguientes fue el
principal altavoz del anticomunismo en América Latina (7). Colaboró
con dictaduras aliadas de EEUU, como las de Anastasio Somoza en
Nicaragua o Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana. Y
respaldó las distintas intervenciones norteamericanas, como la de
Guatemala, en 1954, cuyo gobierno popular –el de Jacobo Arbenz- fue
demonizado previamente por los medios de prensa asociados a la SIP.
La
responsabilidad de la SIP en el golpe de estado de Chile y en la
implantación de la dictadura de Augusto Pinochet es bien conocida
(8). Según el llamado Informe Church del Senado de EEUU, Agustín
Edwards, vicepresidente entonces de la SIP y propietario del diario
chileno El Mercurio, organizó con fondos de la CIA y de la compañía
ITT una enorme campaña de presión mediática contra el Gobierno de
Salvador Allende, a partir de sus supuestos ataques a la libertad de
prensa. El diario El Mercurio jugó un papel clave en la preparación
del escenario que facilitó y justificó el golpe de Pinochet,
durante cuyo régimen de terror siguió editándose con normalidad.
Esta
práctica de la SIP y sus medios asociados se ha mantenido en todos
estos años. Los diarios El Nacional (9) y El Universal (10) de
Venezuela, El Heraldo (11) y La Prensa (12) de Honduras, o el ABC
Color (13) de Paraguay, cuyos directores pertenecen –o han
pertenecido- a las estructuras de dirección de la SIP (14) (15),
participaron en las intensas y sostenidas campañas mediáticas que
legitimaron los golpes de estado en Venezuela, en 2002, en Honduras,
en 2009, y en Paraguay, en 2012.
El
nombramiento de Yoani Sánchez como representante de la Sociedad
Interamericana de Prensa en Cuba responde a esta misma lógica. La
bloguera es uno de los peones de la actual estrategia del Gobierno de
EEUU para la desestabilización política y social de la Isla (16).
Washington apuesta, en los últimos años, por convertir en oposición
política a nuevos actores sociales de Cuba vinculados a la juventud,
las redes sociales de Internet y los sectores del arte, dotándolos
de recursos económicos y tecnología (17). Y Yoani Sánchez es la
punta de lanza de esta estrategia.
Pero
la relación de la bloguera con la Sociedad Interamericana de Prensa
no es nueva. Cada uno de sus montajes, cada una de sus opiniones en
Twitter, son convertidos en noticia –casi a diario- por muchos de
los 1.300 medios asociados a la SIP (18).
Sin
embargo, este nombramiento pudiera ser contraproducente para la
imagen que importantes medios de Europa, por ejemplo, tratan de
construir entorno al personaje Yoani Sánchez: representar a un
cartel patronal que ha sostenido dictaduras, legitimado golpes de
estado y silenciado el asesinato de periodistas pudiera ser –para
muchas personas aún desinformadas- la prueba definitiva de que, bajo
la apariencia de víctima de Yoani Sánchez, se esconden poderosos
intereses que poco tienen que ver con una supuesta lucha por la
libertad de expresión en Cuba.
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